No sólo de novelas viven las Bibliotecas

Muchos usuarios de la Biblioteca son verdaderos “devoradores” de narrativa; incluso hay más de uno que se lleva los cuatros libros (que es el número máximo de préstamo a domicilio) y los devuelven dentro del plazo de los 21 días, a veces sin tener que renovar ninguno de ellos.
No todo el mundo tiene el mismo tiempo para leer, pero lo que si podemos afirmar es que hay un buen nivel de lectura entre los que acuden asiduamente a la biblioteca para llevarse materiales en préstamo.
No obstante no podemos olvidar que en las Bibliotecas Públicas, no hay tan sólo novelas para adultos, aunque con los más de 3.400 títulos que podemos encontrar en la de Torrijos, no está nada mal.
La Biblioteca de Torrijos dispone ya de unos 23.000 materiales (contando con las películas y música), y nos podemos encontrar enciclopedias y diccionarios, libros técnicos de filosofía, economía, derecho, matemáticas, física, química, geología, antropología, biología, astronomía, medicina, arte, lingüística, geografía, historia, etc.; libros diversos para ocio, como guías de viaje, cocina, jardinería, autoayuda, manualidades, etc.; y otros géneros literarios como la poesía, el teatro, el ensayo y un buen número de biografías.
Además, también hay que hacer nuevas adquisiciones para los más pequeños, ya que en la biblioteca cuenta ya con unos 4250 cuentos y novelas para pequeños y público juvenil y  unos 2200 libros de consulta y de información diversa también en la sección infantil y juvenil.

Por lo tanto, cuando los usuarios vengan buscando “novedades”, deben tener muy claro que, aunque se intentará adquirir el último éxito editorial del que todos hablan, no es posible siempre estar pensando en la narrativa, ya que hay que cubrir un amplio abanico de necesidades de los distintos usuarios; y aunque seguro que el último bet-seller  será mucho más demandado que un libro sobre filosofía (por ejemplo), está claro que hay que renovar la colección de libros técnicos y de ocio, para que todos los usuarios puedan acudir a la Biblioteca con la casi certeza de que  van a encontrar algo que cubra sus necesidades de información o disfrute.